…en todos los rincones del mundo urbano occidental el cruising es piedra de toque de una cultura del sexo público que busca sostener el goce del contacto carnal inmediato en contextos de persecución o marginalización. Una cultura del sexo público que debe entenderse como estrategia colectiva para reconocer las calles y adueñarse de la ciudad, como forma de fundar y fortalecer la comunidad de los que no tienen comunidad. Y como escuela en la que se enseña el amor por uno mismo y por el otro, en la que se socializan tradiciones de cuidado, en la que se transmiten saberes y códigos más o menos secretos.” López Seoane, Mariano (2020); “Prólogo” en Muñoz, José Esteban; Utopías Queer, Caja Negra, p.13

La Facultad de Humanidades y Artes fue, desde muy temprano, un lugar de sociabilidad sexo-disidente. Por sus especificidades como espacio político y académico acogió activistas pioneros de nuestra ciudad que se formaron en las carreras de grado y/o trabajaron como docentes en ella por lo cual encontraron aquí las oportunidades para politizar sus identidades y visibilizar la necesidad de la construcción de comunidad. 

Paralelamente, la memoria colectiva la ubica también como una de las teteras del centro de la ciudad, habilitado por la libertad de circulación, la excepcionalidad de su arquitectura y la zona de emplazamiento urbano. 

Amerita, entonces, recuperar la relevancia de nuestra facultad -de manera institucional, académica, pero fundamentalmente política y sexual-, como espacio histórico de circulación y sociabilidad política y sexual de las prácticas e identidades sexo-disidentes. Buscar las prácticas de resistencia y corrimiento, reconocer las marcas y lugares donde se desarrollaron sexualidades disidentes pretendidamente normalizadas por la predeterminación de la institucionalidad y su arquitectura. Y, por lo tanto, en tanto lugar de práctica y desarrollo, la capacidad de su enrarecimiento, de desafío al disciplinamiento sexual y corporal, de intervención y transformación de la misma.

La primera etapa del proyecto, que se ocupa de la ERÓTICA EN LA FACULTAD, que va tras el reconocimiento de Humanidades y Artes como un espacio de encuentros sexodisidentes, significa una primera aproximación al trabajo de archivo y problematización de los usos del espacio de la Facultad de Humanidades y Artes (UNR) desde una perspectiva disidente. Para este trabajo se desarrolla una tarea de construcción de fuentes históricas – etnográficas (testimonios, imágenes, archivos documentales) que aporten a una memoria colectiva LGT*BIQ+. En ellos pretendemos dar cuenta de las dinámicas de circulación de la diversidad en sus vinculaciones sexo-afectivas en el ámbito universitario. El trabajo ubica un recorte temporal entre los años 80 y 90 sobre la hipótesis de la continuidad represiva sobre las identidades sexuales no heteronormativas y el sucesivo cruce con las implicancias del vih-sida en la construcción de vínculos sexo-afectivos disidentes. 

El proyecto también pretende hacer un análisis en torno a la configuración de los espacios sexo-disidentes. Entendiendo que el espacio es un fenómeno social, se abordará el mismo desde una percepción queer: se revisa la configuración de una Tetera propiamente dicha, simbolizada como espacio de vinculación sexo afectiva para las disidencias, en el marco del cruising-yire. Estamos tras el rescate y el registro de la circulación erótica, sus atravesamientos simbólicos, de memoria y de morbos/tabues, para cuya comprensión es necesaria una visión ampliada y para cuya participación una actitud fuera de norma. 

El material audiovisual son los avances de un proyecto que se propone, en esta primera instancia, recuperar la relevancia de nuestra facultad como espacio histórico de circulación y sociabilidad erótica de las prácticas e identidades sexo-disidentes. 

Secretaría de Políticas Sexogenéricas

Secretaría de Comunicación Institucional

FACULTAD DE HUMANIDADES Y ARTES, UNR

Equipo: 

Natalia Cocciarini

Didac Terre

Violeta Jardón

Adrián Zanuttini

Maximiliano Tourn

Juan Pablo Lemos

Abril Tojo Romero

Lucía Corvalán

Marcos Aragona

Agradecemos a:

Instituto de Estudios Críticos en Humanidades (CONICET-UNR)

Fondo documental LGTB, Museo de la Memoria

Guillermo Jardón

A Gabby, Guillermo y Pablo por los primeros testimonios