La mayoría de los planes de estudio vigentes de las carreras que se ofrecen en nuestra Casa de Estudios fueron aprobados hace muchos años, por lo que amerita una revisión que permita una actualización basada en acuerdos, y tal vez, criterios comunes. 

La producción científica, académica y teórica renueva sus contenidos en un ritmo en el que las propuestas de las carreras no llegan a incorporarlos en sus currícula. Es por eso que esta propuesta habilitaría a un mayor dinamismo y acompañamiento en el desarrollo curricular.

La herramienta de autoevaluación, propia del área, proporcionará información sobre el estado de la vida institucional y contribuirá a tomar decisiones que mejoren las políticas de ingreso y permanencia de estudiantes, la duración de las carreras, las relaciones pedagógicas, las prácticas de evaluación de los aprendizajes, la relación entre lo académico, lo administrativo y la gestión y el impacto y desarrollo de las tecnologías digitales en las distintas tareas, entre otras.

El nuevo espacio estará coordinado por Silvia Morelli y la acompañará un equipo de trabajo integrado por docentes, nodocentes y estudiantes: entre ellxs Nelson Abaca, Luciana Aguirre Moro, Camila Carlachiani, Adriana Hereñú y Antonela Stacchiotti. Además, contará con una Comisión Ad-hoc en el Consejo Directivo y participarán desde el primer momento, las Direcciones de las Escuelas de la Facultad entendiendo que se encuentran en ellas las Comisiones Asesoras.

El Decano de nuestra Facultad, Alejandro Vila y la Secretaria Académica, Marcela Coria, acuerdan en considerar necesario diseñar un instrumento de autoevaluación participativa que actualice, con una dinámica propia, el diagnóstico institucional y curricular para la revisión, reforma y actualización de los planes de estudios, tal como expresa el documento oficial firmado el pasado 19 de mayo. Además, en el mismo acta se contempla la ampliación de las incumbencias profesionales y la inclusión de prácticas pre-profesionales  y prácticas metodológicas orientadas en las carreras que aún no lo tienen. 

La encargada del nuevo espacio institucional, Silvia Morelli, manifestó que “es un desafío muy importante porque implica la apertura a procesos de evaluación que hasta el momento no existían en esta Facultad”. Y agregó: “instituir la autoevaluación es reconocer la necesidad de valorar estilos de trabajo, modos de comunicación y características del desarrollo del currículum, para propender hacia su mejora. La evaluación es un proceso social y antropológico antes que educativo e implica emitir juicios de valor".

Es necesario aclarar que en toda evaluación es insoslayable involucrar a la ética y el poder. Por lo tanto, cuánto más democrático sea el proceso de evaluación, habrá más posibilidades de participación, colaboración y solidaridad entre los claustros, posibilitando validar los hallazgos y análisis a los que se arriben. Morelli explicó que: "en determinados contextos sociales es imposible no evaluar, no valorar. Por ello es importante reconocer de qué trata la evaluación, qué implica y cuáles son sus características para evitar resistencias y sospechas, y participar activamente en ella". 

Para concluir, se proyecta que el plan que resulte luego del proceso autoevaluativo que propone este nuevo espacio, coopere con la identidad institucional de la Facultad y que logre estar en sintonía con las acciones concretas que se están llevando a cabo en el Área Académica y de Aprendizaje de la Universidad.

Redacción y fotografía: Celeste García