Sostenemos que la importancia del sistema público de ciencia y tecnología para el desarrollo social y productivo del país, merece su plena defensa y protección.
El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) es la institución gubernamental de Ciencia y Tecnología más importante de América Latina. Actualmente, se desempeñan en el organismo más de 11.800 investigadores e investigadoras, más de 11.800 becarios y becarias de doctorado y postdoctorado, y más de 2.900 técnicos, técnicas y profesionales de apoyo a la investigación. Trabajan distribuidos/as a lo largo del país en sus 16 Centros Científicos Tecnológicos (CCT), 8 Centros de Investigaciones y Transferencia (CIT), un Centro de Investigación Multidisciplinario y más de 300 Institutos y Centros exclusivos del CONICET y de doble y triple dependencia con universidades nacionales y otras instituciones.
A través de numerosos convenios de cooperación, CONICET tiene una fuerte interacción con instituciones universitarias y con organismos nacionales de ciencia y tecnología, tales como CONAE, CNEA, INTI, INTA. Además, este Consejo forma parte de empresas mixtas como Y-TEC e INVAP. Esto sin mencionar la fructífera y estrecha colaboración con los más prestigiosos organismos internacionales de Ciencia.
CONICET ha desarrollado vacunas, reactores nucleares, radiofármacos, satélites, lanzadores espaciales, el Centro Argentino de Protonterapia único en América Latina (la forma más avanzada de radioterapia para el tratamiento del cáncer), trigo resistente a la sequía, baterías de litio, monitoreo de la resistencia a antibióticos, por sólo nombrar algunas de sus investigaciones. Incluso en el día de ayer se conoció la noticia de que uno de los investigadores de este organismo estatal, Gabriel Rabinovich, logró con éxito el desarrollo de fármacos contra el cáncer y la esclerosis múltiple a través del descubrimiento de una molécula. Esto constituye una de las más prometedoras prácticas en inmunoterapia contra el cáncer y enfermedades autoinmunes.
En definitiva, CONICET desarrolla investigaciones que impactan en la vida cotidiana. A las claras está, que desde su creación en el año 1958, investiga con compromiso y profesionalismo sobre Ciencias Agrarias, de Ingeniería y Materiales; Ciencias Biológicas y de la Salud, Ciencias Exactas y Naturales, y Ciencias Sociales y Humanidades. Nuestros científicos y científicas son reconocidos por su capacidad, idoneidad y compromiso absoluto con su profesión y el país.
Que el país cuente con un sistema de ciencia y tecnología es imprescindible para la soberanía nacional. No es posible que Argentina se desarrolle social y productivamente sin la existencia de CONICET, universidades y la valiosa inversión del Estado en ciencia y tecnología.