Organizada por el programa interdisciplinario de investigación y extensión universitaria Malvinas y el Atlántico Sur de la Facultad de Humanidades y Artes (HyA) de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) el 25 de junio del corriente año se llevó a cabo la presentación del libro “Demasiado lejos” con la presencia de su autor, Eduardo Sacheri.
El Dr. Darío Barrera, director del programa ofició de interlocutor en lo que fue un encuentro bajo un formato mestizo entre la interpretación y la conversación, “de la cual espero todos salgamos, aunque sea un poquito, modificados y ustedes sobre todo muy animados a leer esta obra que merece toda nuestra atención”, señaló Barrera.
“Demasiado lejos” es una novela del escritor argentino Eduardo Sacheri que trata sobre la Guerra de Malvinas, contada desde la perspectiva de jóvenes soldados conscriptos y sus familias. La historia explora cómo la euforia inicial por la recuperación de las islas se transforma en desolación y miedo, a medida que la guerra avanza y se desarrolla el conflicto bélico.
La novela se sitúa en Buenos Aires, en 1982, durante la guerra, y sigue a tres personajes principales: Carlitos, Antonio y el Conejo, soldados clase 1962 recién licenciados que son reincorporados y enviados al frente. A través de sus experiencias y las de sus familias, Sacheri pinta a la sociedad argentina de la época, mostrando cómo la guerra afecta a diferentes personas y cómo se vive la guerra a la distancia, entre la propaganda oficial y la incertidumbre.

La obra no se centra en el campo de batalla, sino en la experiencia humana de la guerra, en cómo la distancia transforma la realidad del conflicto y en cómo las emociones fluctúan con los acontecimientos. En la misma el autor explora temas como la identidad, el patriotismo, la pérdida, la desilusión y la reflexión sobre un momento crucial de la historia argentina reciente
Para el Doctor Barrera “estos libros de Eduardo vienen a solucionar ese gran problema que tenemos todos cuando nos piden recomendar algo para leer sobre historia argentina. Los libros Eduardo son muy recomendables porque están muy bien escritos y tienen planteos muy sólidos, es decir, son libros de divulgación histórica hechos por alguien que sabe muy bien de los últimos problemas, los últimos debates en la historia argentina profesional”.
Pero rápidamente aclara que “hoy no estamos acá para hablar de historia; hoy estamos aquí para hablar, para presentar una novela, esta novela, que es la más reciente, pero seguramente no la última, y que parafraseando al gran Juan José Saer, se trata de una ficción y una ficción no es el reverso de una verdad”.
“Esta ficción no solamente es una ficción con altas dosis de verosimilitud, sino que además no está reñida para nada con lo que podría ser una experiencia verdadera. Esta novela tiene un título que es una apelación relativa, “Demasiado lejos”. ¿Qué o quién es el que está demasiado lejos para quién? y está organizada en tres partes que tienen el nombre de tres emociones: euforia, inquietud y desolación. Son tres estados de ánimo en que se pueden resumir muy bien aquello que vivimos muchos de nosotros entre el 2 de abril y el 15 de junio de 1982”, expresó Barrera.
¿Por qué era necesario o necesaria esta nueva ficción sobre Malvinas?
-Eduardo Sacheri (ES): “Por un lado no creo que ninguna ficción mía sea necesaria, aunque entiendo perfectamente por dónde va tu pregunta. En todo caso es necesario para mí tal vez bucear en ciertos pasados que a veces son absolutamente individuales míos y personales, así como el de cualquiera de nosotros y a veces son más colectivos, más históricos y más de una sociedad. Algunas de mis novelas, no todas, hacen eso de recalar en algún punto del pasado reciente y en general siento que me atraen momentos poco visitados del pasado. Creo que la ficción, las novelas, las películas, las series, las canciones, las obras de teatro, hay momentos de la historia que han concitado muchísima atención y en otras ocasiones no. Me parece que la guerra de Malvinas es de estos últimos, de los que han sido poco visitados.

¿Por qué crees que sucedió así?
ES:-Mi hipótesis es que es un tema incómodo por algo el silencio. Que no necesariamente es porque sea un tema trágico y doloroso, porque hay temas trágicos y dolorosos que sí han considerado el interés, por ejemplo, de la ficción; como lo fue la dictadura de general, por ejemplo, pero la guerra de Malvinas, no. No estoy diciendo con esto que no haya nada escrito en ficción sobre Malvinas, pero si uno dice, “Bueno, a ver, revelemos, ¿qué novelas hay sobre Malvinas?. Aparece naturalmente “Los pichiciegos” de Rodolfo Fogwill, aparecen “Las islas” de Carlos Gamerro, aparecen algunos laburos de Federico Lorenz, pero creo que me sobran los dedos de las dos manos para nombrar novelas sobre Malvinas. En cine “Iluminado por el fuego” y bastante más atrás y muy encima del final de la guerra, “Los chicos de la guerra” y no recuerdo más películas sobre la guerra. Creo que en teatro nada; en letras de canciones de rock argentino que hablen de la guerra, pasa lo mismo. Me interesó indagar en eso. En todo caso, después podemos hablar qué es lo que creo que pasa o qué es lo que justifica ese silencio que explico, porque parece que no está bueno tener tanto silencio, que está mejor traer los temas independientemente de lo que piense cada uno de esos temas, porque no vamos a tener la misma perspectiva, pero está bueno hablar. Sí, es verdad, no es el único tema con el que pasa esto. Hace poco dijimos más o menos lo mismo sobre los bombardeos a la Plaza de Mayo del ‘55, por ejemplo, tema también poco visitado por las ficciones. Son necesarias las ficciones para una sociedad.
En esta novela volvés a lo que llamás: “personajes chiquitos”. Es una elección de personajes para contar una historia polifónica, pero también es una elección para contar una historia desde abajo, una elección política para construir esta novela, esto es más una decisión y acá la pregunta ¿del novelista o del historiador que sos?
ES:-A lo mejor de los dos, porque tal vez mi perspectiva como licenciado en historia siempre tiene más que ver con los sujetos colectivos mucho más que con los sujetos individuales. Siempre me interesó mucho más la historia social o la historia política en clave social y no la historia política de grandes líderes, grandes personajes, etcétera. Creo que eso me influye y tal vez es mi concepto o cómo tiendo a ver la vida. Me interesa más la gente común. En cualquier ámbito me interesa más la gente común y siento que hay mucho más para sacar de personajes creados como gente común. Por supuesto que esta historia, la de la guerra de Malvinas, a lo mejor la tentación de ir a los personajes más célebres es fuerte, porque uno puede decir, voy a contar esto desde Galtieri, Costa Méndez, el canciller, Menéndez, el gobernador militar o el comandante de fuerzas británicas o Margaret Thatcher.. Yo no soy quién para responder, pero sí para preguntármelo. ¿Qué hicimos como sociedad durante esos meses? ¿Cómo fuimos? ¿Qué actitudes tomamos? ¿Qué decisiones tomamos? ¿Qué decisiones no tomamos? Entonces ahí me pareció normal bajar a, bueno, lo que pasa en Casa de Gobierno, que no me lo cuente Galtieri, que lo cuente un mozo que lleva los cafés o la opinión pública desde el debate que se produce en un café que está a la vuelta de Plaza de Mayo o lo que sucede en el mundo diplomático, que no me lo cuente Costa Méndez, que me lo cuente Alan, que es tercera secretaria de cancillería en el año 1982, o sea, que no solo alguien que está arrancando en un escalafón, sino que además es mujer y es 1982, o sea, está en la periferia de la periferia y después la familia de los que combatían, las familias de dos soldados del Gran Buenos Aires, que son como la otra parte que sentía que también tenía que estar, que tienen una mirada que es diferente a la de la mayoría de la sociedad. Y en esa mirada desde abajo y desde lo social y desde las familias y desde las terceras líneas.

¿Cómo es crear estos personajes?
ES:-Mira, el tema de los personajes, yo creo que es una de las cosas más desafiantes al momento de escribir una novela o por lo menos a mí me pasa eso. En general planifico mucho los libros antes de escribir. Lo que planifico sobre todo o lo más planificable creo que es la trama, los acontecimientos. Ojo, escribas de lo que escribas, aunque escribas de platos voladores, pero que haya algo de lo que vos sepas, porque eso quien te lee, aunque no se dé cuenta, siente que está pisando una base sólida. Si por ejemplo voy a inventar mi próxima novela en Rosario, se va a notar que no soy de Rosario, que no vivía en Rosario, que solo vengo de visita a Rosario. Porque voy a demostrar mi desconocimiento de la dinámica de la ciudad o porque voy a elegir dos o tres lugares recontra icónicos a los que solo van los turistas o por los modos de hablar, que claramente son de la provincia de Buenos Aires, no son de Rosario. A lo mejor el de Buenos Aires no se va a dar cuenta, pero el de Rosario se va a dar cuenta. Entonces, suponete, mis novelas siempre transcurren en el oeste de Gran Buenos Aires. ¿Por qué? Porque yo soy de ahí; de Castelar, Morón, Ituzaingó, Ramos Mejía. Eso me parece que le da solidez, porque es un mundo que conozco, no hace falta que vos lo conozcas, pero creo que te lo crees más porque es un mundo que sí existe y son los personajes los que te abren esos mundos, un cuidado que sí tengo y soy muy hincha con eso es nunca cambiar el punto de vista. Cuando vos escribís un guión es importante ver cuál es el punto de vista porque también tiene que ver con dónde poner la cámara, por ejemplo en el cine. Entonces, suponente, yo suelo elaborar con capítulos cortitos. Si miras todas mis novelas hay capítulos cortitos. Eso me viene de cuando escribía cuentos. Como yo primero escribía cuentos, me acostumbré a esto de algo que se cierra de sí mismo. Pero si miras mi novela, aunque fue por esto, esta novela está escrita en tercera persona, pero cada capítulo tiene el punto de vista de un personaje. Va rotando esto que vos decías, lo mencionas en relación a las mujeres. Voy a poner, si el capítulo es de Magalí, solo vemos lo que ve Magalí. lo que piensa Magalí. En todo caso, lo que le dicen a Magalí, sí, porque Magalí está escuchando, pero eso también a su manera consolida los espacios, porque no está como la cámara volando, yendo, si no está puesta desde un lugar.
¿Escribir ficción o historia?
ES:-Yo creo que más allá que uno escribe y a mí me gusta escribir ficción, así como también me gusta, pero me gusta menos, escribir los de historia; en la escritura de ficción, me siento más libre, más suelto, más autorizado.
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