Directora
Prof. Dra. Natalia Ricciardi
Co Directora
El siguiente programa se propone como una iniciativa de formación que abarca las actividades de docencia, investigación, extensión y/o vinculación tecnológica destinada a estudiantes, docentes, graduados, becarias/os, ayudantes alumnas/os, adscriptos, auxiliares de investigación, etc. de todas las carreras de la Facultad de Humanidades y Artes. La iniciativa busca insertarse dentro de la oferta de Contenidos Transversales de la facultad con la opción a considerarse su acreditación como Seminario Electivo. El programa también fortalece una serie de prácticas sociales con la comunidad destinadas a difundir las lenguas y las culturas de los diversos grupos migrantes de la ciudad combatiendo actitudes de discriminación y glotofobia. En ese sentido, se propone considerarlo como parte de las Prácticas Sociales Educativas (PSE) necesarias para complementar el recorrido curricular de estudiantes de las diferentes carreras.
Fundamentación
La migración internacional se presenta como un fenómeno mundial, creciente y su estudio requiere abordajes especializados e interdisciplinarios. América del Sur y, en particular, Argentina no está exenta de este fenómeno tanto por recibir migración como por ser un país emisor de personas migrantes (Stefoni, 2018; Courtis y Pacecca, 2017). El fenómeno migratorio en Argentina se encuentra atravesado por procesos de carácter global. Actualmente, asistimos al ascenso de gobiernos de derecha dura en las democracias liberales (Brown, 2021) que en su prólogo, Verónica Gago y Cecilia Palmeiro (Brown, 2021) interpretan como una contraofensiva económica, militar y religiosa de las fuerzas conservadoras que se gesta desde arriba, ante el avance de las luchas feministas, migrantes, antirracistas y populares. Dicha reacción opera también desde abajo, disputando el terreno de las subjetividades engendradas en el neoliberalismo y en su producción específica de afectos. Para las autoras, se trata de una “reacción de violencia neoliberal y conservadora que pretende la normalización de nuestro presente, frente a su desestabilización por el desborde por abajo” (p. 16). Dichos gobiernos de derecha apelan a los discursos de odio como recurso político tanto en el Norte como en el Sur global, en el marco de las crisis agónicas del neoliberalismo y de la debilitación de las democracias (Grimson y Guizardi, 2021). Por discursos de odio nos referimos a “cualquier tipo de discurso pronunciado en la esfera pública que procure promover, incitar o legitimar la discriminación, la deshumanización y/o la violencia hacia una persona o un grupo de personas en función de la pertenencia de las mismas a un grupo religioso, étnico, nacional, político, racial, de género o cualquier otra identidad social”; dichos discursos generan con frecuencia un clima cultural de intolerancia que, en ciertos contextos, pueden provocar en la sociedad civil prácticas agresivas, segregacionistas o genocidas (Laboratorio de Estudios sobre Democracia y Autoritarismos [LEDA], 2021, p. 4). Pagliarone y Quiroga (2021) afirman que los discursos políticos de odio abonan, complementan, retroalimentan y le dan mayor legitimidad a los discursos sociales y mediáticos de discriminación y xenofobia al articular “desde arriba” elementos que ya formaban parte de los imaginarios y representaciones sociales.
Las crisis económicas y sociales son momentos propicios para que dichas operaciones políticas se instalen, es decir, para que una parte de la sociedad responsabilice del malestar a ciertos sectores sociales tal como algunos colectivos migrantes, entre otros. Por lo tanto, en dicho contexto, se vuelve necesaria la construcción colectiva de espacios de formación que, desde una perspectiva situada, pongan en cuestión, desnaturalicen y deconstruyan los discursos de odio que afectan a determinados colectivos migrantes. En este sentido, se vuelve central politizar e historizar los procesos migratorios ya que los mismos se encuentran atravesados por cuestiones de raza, clase, género y sexualidad que afectan particularmente la calidad de vida de determinados grupos sociales migrantes. Inclusive, al interior de dichos colectivos existen diferencias en las experiencias migratorias que deben ser reconocidas y atendidas a fin de favorecer los procesos de inserción social, civil y académica de todas/os las/os migrantes.
Nuestra ciudad, Rosario, no está exenta de este fenómeno, y se presenta como un epicentro en el país y en latinoamérica que atrae migrantes interesada/os en estudiar en las universidades de la ciudad (Angelucci y Pozzo, 2018; 2020; Ferretti y Pena, 2021) y/o en busca de un proyecto de vida y trabajo. Este fenómeno ha llevado a las profesoras investigadoras reunidas en esta propuesta a abordar la problemática de la xenofobia y el racismo contra algunos grupos migrantes en Rosario en la última década (Angelucci y Ricciardi, 2024, en prensa) así como los aspectos sociolingüísticos involucrados (Ricciardi, 2015; Rubio y Tramallino, 2022; Ricciardi, Tramallino, Angelucci y Postiglione, 2023; Rubio y Ricciardi, en prensa).
El estudio de las migraciones involucra disciplinas tan diversas como la historia, sociología, la demografía, el derecho, la economía o la antropología. Los Estudios Lingüísticos han abordado esta problemática en tanto la llegada de inmigrantes al país o los movimientos migratorios internos provocan fenómenos de contacto lingüístico que modifican la realidad sociolingüística de una región (Kerswill, 2006; Zimmermann y García, 2007). Entendemos entonces que las sociedades modernas son constitutivamente plurilingües (Hamel, 2000, 2008) y asumimos que el plurilingüismo como configuración ideológica y como política de Estado reivindica el valor de la convivencia lingüística y cultural y fomenta el entendimiento y la ciudadanía plural.
En Latinoamérica, datos demográficos y sociolingüísticos relevan aproximadamente cuatrocientos a quinientos idiomas amerindios diferentes que coexisten con lenguas criollas y con lenguas extranjeras diversas, producto de la migración desde diferentes continentes (Anexo I – Resolución Consejo Federal de Educación N° 119/2010). Sin embargo, es necesario reconocer primero, desde una perspectiva intercultural crítica (Walsh, 2010) que existen estructuras culturales y raciales históricas en Latinoamérica que se constituyen en relaciones de poder desiguales, lo que hace necesario reforzar las discusiones y reflexiones en torno al valor simbólico de las lenguas y sus consecuencias directas en los hablantes, a fin de promover el pensamiento crítico y la conciencia de la (des)igualdad de oportunidades de los diferentes grupos sociales. Las lenguas y sus usuarios activan representaciones que vehiculizan estereotipos relacionados a identidades individuales y grupales (Arnoux y del valle, 2010). En otras palabras, no se le asigna el mismo valor a un hablante bilingüe español inglés que a un hablante bilingüe español-guaraní o español-qom. Esta dimensión ideológica y lingüística atraviesa los procesos de constitución de la ciudadanía y las relaciones entre los sujetos en una coyuntura social e histórica marcada por movimientos migratorios internos y externos que configuran las nuevas sociedades en el marco de un proyecto de integración regional que ha atravesado avances y retrocesos.
En efecto, los procesos migratorios en nuestro país involucran movimientos internos que presentan una problemática creciente en los centros urbanos que reúnen asentamientos irregulares de pueblos indígenas. Muchos son los aspectos que merecen la atención de la comunidad académica en general, tales como las condiciones extremadamente precarias en las que estas poblaciones indígenas habitan en los centros urbanos como Rosario, o aspectos vinculados a la atención médica atravesada por la brecha cultural médico-paciente (Corbetta y Rosas, 2015). Nos preocupa particularmente la dimensión educativa e intercultural de estos grupos migratorios, específicamente las escuelas bajo la modalidad de Eduación Intercultural Bilingüe (EIB) como política pública. De acuerdo con Corbetta (2015), la provincia de Santa Fe cuenta con varios establecimientos educativos que reciben niñas y niños indígenas aprobados por el Decreto provincial 1719/05 que rige la organización y funcionamiento de las escuelas EIB. Sin embargo, solo tres escuelas fueron reconocidas estrictamente bajo esa modalidad: dos están ubicadas en la ciudad de Rosario, destinadas a comunidades mayoritariamente qom² y una en la localidad de Recreo, destinada a la comunidad mocoví. La autora pone en duda la efectividad de la implementación de las escuelas bajo la modalidad EIB… “cuando no se asigna presupuesto para incrementar cargos de maestros indígenas, cuando no se crean las condiciones materiales de posibilidad para conformar las parejas pedagógicas criollas-indígenas, cuando no se diseñan y publican recursos educativos sobre la lengua y cultura indígena, cuando no se realizan los esfuerzos necesarios orientados al diseño curricular de las comunidades de pueblos indígenas” (Corbetta, 2015, p. 372). No solo la falta de cargos para los maestros indígenas idóneos si no también la ausencia de capacitación curricular y metodológica sumado a la verticalización de las relaciones al interior de las instituciones, se presentan como aspectos complejos y sensibles que merecen un abordaje multidisciplinar que genere acciones reivindicatorias tendientes al reconocimiento y valorización de estos grupos sociales históricamente silenciados.
Recapitulando, en Latinoamérica las lenguas están atravesadas por relaciones de poder históricas que afectan la calidad de vida de ciertas/os hablantes, influenciando los procesos de constitución de la ciudadanía y las relaciones entre los sujetos en una coyuntura social e histórica marcada por movimientos migratorios internos y externos. A ello se añade en la actualidad la proliferación de discursos de odio vinculados al ascenso de gobiernos de derecha que perjudican particularmente a los colectivos migrantes. Por lo tanto, se vuelve necesario promover, en el ámbito académico, 1 la investigación y el desarrollo de marcos pedagógicos desde una perspectiva crítica, intercultural y situada, que contribuyan, por un lado, a combatir discursos discriminadores y deshumanizadores que perpetúan desigualdades sociales y, por otro lado, a favorecer los procesos de inserción social, civil y académica de los diferentes colectivos migrantes de la ciudad y la región.
Objetivos
Objetivo general
Promover, desde una perspectiva crítica y situada, la conciencia plurilingüe e intercultural de la comunidad académica a fin de favorecer los procesos de inserción social, civil y académica de los diferentes colectivos migrantes de la ciudad y la región.
Objetivos específicos
Fomentar la investigación acción de las problemáticas que atraviesan los procesos migratorios en la región, teniendo en cuenta las demandas concretas de los colectivos migrantes.
Favorecer la conciencia intercultural de la comunidad académica fomentando la reflexión situada y decolonial en aprendizajes curriculares interdisciplinarios e intersectoriales que aporten en el combate del racismo, la xenofobia, la glotofobia y la violencia de género.
Proyectar investigaciones que tengan en cuenta las realidades y demandas concretas de los colectivos migrantes de nuestra región.
Construir un marco pedagógico crítico y decolonial para la enseñanza de lenguas a personas en situación de movilidad irregular y vulnerabilidad social.
Favorecer la formación pedagógica, curricular y metodológica de docentes idóneos de lenguas originarias a fin de fomentar la refuncionalización de las lenguas indígenas en los diferentes ámbitos educativos.
Fomentar las prácticas sociales educativas en los diferentes espacios curriculares de la facultad como siendo inherentes a los procesos de formación integral de las y los estudiantes.